Hay una razón por la que es tan difícil dejar el celular y comienza en tu cerebro.
Cuando hacemos algo bueno para nuestro bienestar, nuestro cerebro nos recompensa liberando una sustancia química llamada dopamina. Esto provoca la sensación de satisfacción y felicidad que se tiene cuando algo va bien. Por ejemplo, cuando obtienes un buen resultado en la escuela o el trabajo, o cuando te ríes con tus amigos.
Nuestros teléfonos están llenos de cosas que esperan que nuestro cerebro nos recompense. Fotos de la comida que nos gusta comer, música que nos gusta escuchar, logros de juegos y reacciones de la gente que queremos.
La mejor manera de dejar de usar el teléfono mientras conduces es entrenar al cerebro para que responda de forma diferente cuando se sienta tentado.
Tenemos que recordarnos a nosotros mismos que es más importante llegar a casa sanos y salvos que conseguir likes en las redes sociales. Necesitamos un plan para mantenernos concentrados y conducir en el momento.